sábado, 6 de marzo de 2010

ANIVERSARIO LABUAT

Un grito al buen gusto


Un día de mi vida muy particular, de esos en que cuando llueve se moja, como los demás, estaba yo mirando (y a veces viendo) la tele, cuando recibí una llamada de casa de mis padres: –¿Estás viendo OT?– me preguntó mi hermano –¿tú eres tonto?– le contesté yo, sabiendo que en mi familia tienen muy claro que fumar ya me parece castigo suficiente para mis, ya maltrechas, neuronas. –Te lo pregunto porque está actuando una amiga tuya– replicó mi hermano. Tremenda fue mi sorpresa cuando pongo la “Cadena amiga” (de sus amigos), y veo sobre el escenario de Operación Tufo a alguien cuya descripción, excepto por el moreno de sus cabellos, coincidía con mi buena amiga Vicky, pero respondiendo a su verdadero nombre, Virginia, del que yo no tenía constancia.

El resto de la historia ya la conocéis, zancadillas organizativas incluidas, pero por suerte hay veces en que las normas de un concurso actúan contra sus propios amos, y un puñado de jóvenes y adulterados oídos descubre que ciertos géneros musicales no son tan aburridos como les habían contado. Después de aquel despropósito televisivo autodenominado, en un ejercicio de total desfachatez, como “Academia”, Virginia (mi Vicky) grabó su disco, cuyo cumpleaños celebramos ahora, y que es el motivo de que los amigos de Labuatjazzcafe.blogspot.com han tenido el detalle, digno de agradecer, de pedir mi comentario al respecto.

El disco de Labuat es, ante todo, la prueba palpable de que se puede montar una buena resistencia a la todopoderosa apisonadora del pop comercial, facilón, simplista y falto de alma, de la industria discográfica y sus primados pinchadiscos de las emisoras de listas de éxitos. Es un llamamiento al inconformismo de quienes preferimos usar nuestros propios dientes, en vez de seguir comiendo carne ya masticada. En sus canciones hay Beatles, jazz, blues y hasta dixieland; hay soul y pop en armonía, no en discrepancia; hay fusión sin confusión, y no mezcla desvirtuada.

En cada corte de Labuat hay elegancia, alma y buen hacer, sin las prisas de quien lanza un puñado de versiones (perversiones) de clásicos intentando estirar el rollito OT. Labuat es Risto Mejide y es The Pinkertones, pero sobre todo es Virginia: esa voz sin estridencias porque no las necesita, sin artificios porque todo es natural, y echando mano del más difícil de los difíciles: la complejidad de lo simple… que no simplista. Labuat es uno de esos tarros pequeños en los que siempre se guardaron las mejores esencias, sin que nadie vaya a perder el sueño por algo tan nimio e insignificante como el número de copias vendidas.

Labuat es, en definitiva, una de esas rara avis que a todos nos deja con una frase en la boca: queremos más, y cuanto antes mejor. Muchas felicidades, Labuat: que cumplas muchos más… y nosotros que lo veamos.

© Lucky Tovar

5 comentarios:

Julien Sorel dijo...

Hola Lucky:

Es un placer leerte, como siempre. Tienes algo que muchos envidiamos: la capacidad de llamar al pan pan y al vino vino, pero sin resultar agresivo o pretencioso, sino todo lo contrario: muy divertido. Tu humor es tan extraordinario como tu capacidad crítica y tu amor a la música.

Eso a mí me encanta.

Estoy de acuerdo contigo en lo que comentas del disco. Es un "rara avis", una pequeña muestra de que se puede hacer música de calidad en España, sin recurrir a extravagancias.

Creo, sin embargo, que si el disco hubiera sido algo más Virginia y menos Pinker, habría resultado aún mejor. Sí le veo un poquito más de artificiosidad en la producción de lo que quizás la voz de Virginia necesita. Pero bueno, en general, me parece un trabajo extraordinario.

Siempre lo he dicho: dentro de unos años, cuando Virginia mire hacia atrás y recuerde este disco, sólo podrá sentirse orgullosa de haber empezado con algo bueno su carrera. Es un disco para eso, para sentirse orgullosa.

Y me gusta mucho una palabra que has utilizado y que describe a la perfección a Labuat I: elegancia. Con sus muchos aciertos y sus pocos errores, es un disco, sobre todo, elegante. Y en eso, Virginia ha tenido mucho que ver, claro está.

Ojalá siga por ese mismo camino de la elegancia y el buen hacer.

Un abrazo, Lucky. Espero que Virginia lea tu artículo. Seguro que le gustará mucho.

Anónimo dijo...

Quiero dar las gracias por los que hicieron de columnistas durante estos días, han hacho un gran trabajo, y ha quedado muy bien, han hecho un gran resumen del disco, a los responsables del sitio y de esta iniciativa, me gustó leerla y cuesta creer que ya pasó un año de todo este disco.
Saludos y nos seguimos leyendo.
Superlabuat

Anónimo dijo...

Ma apunto a las palabras de Superlabuat
Gracias por el trabajo de todos y así me habeis ayudado a comprender un poco un disco que nunca me ha gustado.

fedenieko dijo...

Hola Lucky
me quedo con la última frase de queremos más, y cuanto antes mejor. Queremos más porque Virginia ha sabido despertar, mantener y aumentar nuestro interés gracias a los conciertos, que es donde se debe medir un músico. Y cuanto antes porque somos impacientes por naturaleza y espero, tal vez ingenuamente, que el panorama cambie con este nuevo disco.
Saludos

Jose Durken dijo...

Hola me gusta mucho tu blog
si quieres visita el mio y opina que te parece! http://laspalabrasdedurken.blogspot.com/