lunes, 15 de febrero de 2010

Condena



A trabajos forzados me condena
mi corazón, del que te di la llave.
No quiero yo tormento que se acabe,
y de acero reclamo mi cadena.

Ni concibe mi mente mayor pena
que libertad sin beso que la trabe,
ni castigo concibe menos grave
que una celda de amor contigo llena.

No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti, yo lo rechazo.

Que ningún juez declare mi inocencia,
porque, en este proceso a largo plazo
buscaré solamente la sentencia
a cadena perpetua de tu abrazo.

Antonio Gala


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Desgarradoras palabras. El desencuentro es amargo pero a la vez es enriquecedor.
Esa imagen (esa misma) la tuve guardada mucho tiempo, hasta que un día la tuve que eliminar.

Labuat Jazzcafe dijo...

Hola Anónimo:

Siento haberte recordado una imagen que ya tenías olvidada :(

El poema, como tú bien dices, ya es suficientemente desgarrador como para añadirle algún recuerdo más personal.

Con la de imágenes que vi para hacer esta entrada y tenía que elegir precisamente una que te trajera un mal recuerdo.

Espero acertar con algún recuerdo agradable en alguna entrada .

Saludos

Anónimo dijo...

Faltaría más. Lo bueno y lo malo que nos pasa en la vida nos sirve para crecer. No hay que ocultar nada, de lo contrario estaríamos anclándonos en el pasado.

Un saludo para tí.

Labuat Jazzcafe dijo...

Es cierto que hay que quedarse con lo bueno y aprender de lo no tan bueno,pero en algunos momentos es complicado recordar.

Otro saludo para tí.